Época de exámenes: ¿Cómo mejorar el rendimiento de estudio?

Descubre cómo mejorar tus hábitos y técnicas de estudio y sigue unos consejos para aumentar tu rendimiento académico.

Tanto para los que empezaron antes como para los de última hora, la exigencia y la presión son muy altas. Sigue estos consejos (y en ese orden), mejorarás tu capacidad de estudio y reducirás el estrés y la ansiedad ante los exámenes:

Preparación para el estudio 

  1. Prepara un ambiente agradable y cómodo, vas a pasar muchas horas en él: Limpia y ordena la mesa, pon luz adecuada, ten a mano únicamente lo indispensable para estudiar. A veces solo el hecho de sentarse delante de los apuntes o del ordenador ya es un triunfo… es más fácil si el sitio es agradable.
  1. Elimina las distracciones: El móvil es el campeón de las distracciones, desactiva las notificaciones (están diseñadas para hacerte adicto a ellas), aléjalo de ti mientras estudies (mejor ponlo en otro cuarto). WhatsApp, emails, tic toc, Insta… NADA DE ESO IMPORTA, ya lo mirarás después, ahora tienes que estudiar.
  2. Planifica las asignaturas a estudiar: Si estás leyendo esto, posiblemente ya vas mal de tiempo. Sigue los siguientes pasos:
    1. Haz un cálculo aproximado de las horas que necesitas para cada examen. 
    2. Ir a por todas o dejar alguna. Es momento de decidirte. Quien mucho abarca, poco aprieta.
  3. Establece un horario de estudio regular: sigue un horario de estudio regular y asegúrate de dedicar suficiente tiempo para cada materia.
    1. Hay personas más matutinas (rinden más por la mañana), otras vespertinas (rinden más por la noche) y otras que les da lo mismo. Escoge tú cual es el horario que mejor se adapta a ti.
    2. Mantén tu horario de estudio en el tiempo para ayudar a desarrollar una rutina.
  4. Organiza el estudio diario:
    1. Orden de asignaturas a estudiar. Esto depende un poco del tipo de estudiante y de si ya tienes el ritmo cogido. Si ya vas pillado o no tienes el hábito, te recomendamos empezar a estudiar por una asignatura que te guste y sea fácil, así te motivas. Continúa por una difícil y termina por otra fácil, es decir, que el principio y el final de la jornada, sean reforzantes.
    2. El cerebro se organiza por tareas: Significa que es mejor estudiar las materias por bloques similares. Si dos asignaturas son de lógica y dos de memorizar, mejor estudiar seguidas cada tipo.
    3. Toma descansos regulares: te ayudará a mantenerte concentrado y a máximo de productividad. Intenta tomar un descanso de unos 10 minutos después de cada hora de estudio. Durante el descanso evita realizar cualquier tarea de lectura, ver videos, etc. Simplemente descansa, así la memoria funciona mucho mejor.

Sobre los dos últimos puntos, SUPER IMPORTANTE, para que lo estudiado se comprenda y se memorice, es decir, pase a la memoria a largo plazo (y lo recuerde el día del examen), hay que evitar distraerse entre medias y realizar tareas que puedan interferir con el aprendizaje. Si estás estudiando algo, estás concentrado y te pones a mirar el WhatsApp, entonces perderás la concentración y la distracción impedirá la memorización (así que tú mism@ con el móvil cerca). 

Técnicas de estudio

Ten en cuenta que cada persona tiene unas preferencias, tú tienes que conocer las tuyas. Hay personas con más facilidad para memorizar, otras para relacionar conceptos y otras para la lógica; algunas personas usan más la memoria visual, otras la memoria basada en palabras, otras en esquemas. Adapta las técnicas a ti y viceversa.

  1. Lectura, subrayado y resumen: Esta técnica, la más usada, consiste en leer el material de estudio, subrayar lo más importante y resumirlo en tus propias palabras por escrito. Esta técnica ayuda a identificar los puntos clave y a retener la información importante. l
  2. Mapas mentales y esquemas: Los mapas mentales son una técnica de organización visual que ayuda a relacionar las ideas y los conceptos. Puede ser muy útil combinarla con la anterior. Es como hacer esquemas, pero más visual y usando imágenes y conceptos. Si después de tener el resumen, haces un mapa mental o un esquema, te ayudará a organizar y memorizar la información.
  3. Repaso espaciado: Esta técnica implica repasar la información varias veces en intervalos de tiempo cada vez más largos. La repetición y el espacio entre las sesiones de estudio ayudan a consolidar la memoria a largo plazo.
  4. Práctica activa: La práctica activa implica realizar actividades prácticas o ejercicios para aplicar el conocimiento. Especialmente útil en caso de ciencias donde los exámenes serán problemas prácticos.
  5. Estudio en grupo: El estudio en grupo puede ser muy efectivo para discutir y compartir ideas, resolver dudas y reforzar el aprendizaje. Además, la colaboración con otros estudiantes puede ayudar a mantener la motivación y a reducir el estrés.
  6. Lectura en voz alta: ayuda a retener la información y a mejorar la comprensión del material. Además, esta técnica puede ayudar a mejorar la pronunciación y la entonación en idiomas extranjeros.
  7. Enseñar a otros: al explicar o contar lo estudiado a otros, se refuerza el aprendizaje y se mejora la capacidad de comunicación y de síntesis de la información. 
  8. Asociación: Asociar la información con algo que ya conocemos o que es significativo para nosotros puede ayudar a retenerla en la memoria. 
  9. Reglas mnemotécnicas: son técnicas que utilizan acrónimos o frases fáciles de recordar para memorizar información. Muy útil para conceptos o listas complejas de términos. 
  10. Método loci: se utiliza colocando mentalmente los elementos que se desean recordar en lugares que sean familiares para la persona. Por ejemplo, imagine su cocina de forma viva y real, y vaya colocando las cosas que desea recordad en cada uno de sus espacios. Para recordar, sólo hace falta recorrer la cocina e ir visualizando cada uno de los lugares.
  11. Hacer una historia: se trata de construir y memorizar una historia que asocie los conceptos o palabras a recordar.

Prepararse para los exámenes:

Una cosa es estudiar y otra muy distinta enfrentarse a los exámenes. Está claro que cuando más tiempo y más adecuadas técnicas de estudio, mejores serán los resultados. No obstante, no siempre es así.

Te damos algunos consejos para ir lo más preparado posible:

  1. Tipo de exámenes: Es imprescindible saber a qué tipo de examen vas a enfrentarte. No es lo mismo un examen de desarrollo libre, uno de preguntas cortas o un tipo test. Cuando estudies, practica lo aprendido haciendo exámenes anteriores. 
  2. Tiempo: Practica a hacer exámenes o realizar preguntas según el tiempo del que vayas a disponer.
  3. Simula el examen: cuando te hayas estudiado la materia, empieza a hacer exámenes lo más parecido a como serán en la realidad, el número y tipo de preguntas y el tiempo para responder. Ponte bajo la misma presión que en el examen. Estarás más preparado y reducirás el riesgo de ansiedad y bloqueo mental durante el examen.
  4. Autocuidado: “Men sana in corpore sano”. Duerme bien y suficiente, descansa, controla el tabaco y el alcohol, come bien y practica ejercicio regular. Un cuerpo cuidado redunda en una mente con más rendimiento.

Durante el examen

  1. Organización del tiempo: tienes que asegurarte de dejar tiempo para responder a todas las preguntas que te sabes, así que empieza por ellas. 
  2. Leer cada pregunta, releerla por segunda vez y asegúrate de haberla entendido. Si es así, procede a contestarla. Si no la sabes o no estás seguro, continúa con otra.
  3. Si es tipo test y te penalizan las incorrectas, solamente deberías jugártela en caso no tener claro que vas a aprobar y solo cuando tengas dudas entre 2 alternativas de respuesta.
  4. Bloqueo mental o mente en blanco: No hay nada que provoque al estudiante más miedo y rabia que “quedarse en blanco”. Esa sensación de bloqueo mental ocurre cuando el nerviosismo y la ansiedad suben hasta un nivel que literalmente el cerebro se bloquea para tareas intelectuales: la memoria falla, dudamos de todo y nos entra el pánico. Va acompañado normalmente de taquicardia, respiración rápida, ponerse colorado, sudor y temblores. TRANQUILO, que se pasa, si eres capaz de seguir estos simples consejos:
    • Deja de intentar seguir, estás bloqueado, no vas a poder y te pondrás aun más nervioso/a.
    • Suelta el bolígrafo.
    • Echa el cuerpo hacia atrás y apóyate en el respaldo de la silla.Respira lentamente con este ritmo 3-3-5. 3 segundos cogiendo aire, 3 aguantándolo y 5 soltándolo. Cuenta mientras respiras.
    • En un minuto habrás empezado a calmarte, cuando te notes más tranquilo, continua con el examen en otra pregunta si no ha aparecido la respuesta a la anterior.
  • Repaso al finalizar: es lo ideal, si te ha quedado tiempo. Según el tiempo que te quede, optimiza el repaso, empezando por asegurar las que creas que están bien y luego las dudosas.

Recuerda que cada persona tiene su propio estilo de aprendizaje y lo que funciona para uno no necesariamente funciona para otro. 

Encuentra lo que mejor funciona para ti y ajusta estos consejos para adaptarlos a tus necesidades y estilo de estudio. 

Si eres de los que le cuesta, tiene serios problemas de concentración, no logra coger el hábito de estudio, presenta dificultad para gestionar los nervios, el estrés o la ansiedad, a lo mejor es el momento de buscar ayuda y consejo profesional. 

¡Espero que estos consejos te sean útiles!

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